Fecha de actualización: 15/12/2014
(V.1.0/2014)
Se trata de una infección bacteriana del estrato córneo de los pies (menos frecuentemente de las palmas de las manos) por bacterias Gram positivas.
Agentes etiológicos2 | |
Frecuentes | Menos frecuentes |
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Manifestaciones clínicas | |
Frecuentes | Menos frecuentes |
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Estudios complementarios | |
Indicados en la evaluación inicial | Indicados en situaciones especiales |
El diagnóstico es clínico, basado en la triada: hiperhidrosis, bromhidrosis y las lesiones dermatológicas descritas | Pruebas complementarias solo en casos dudosos: |
Diagnóstico diferencial | |
Frecuentes | Menos frecuentes |
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Tratamiento | |
Primera elección | Alternativas |
Antibióticos tópicos:
| Antibióticos sistémicos:
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Toxina botulínica: en casos rebeldes con mala evolución se ha usado la toxina botulínica para tratar la hiperhidrosis, con buenos resultados |
Pronóstico | |
Evolución habitual | Recidivas |
| Frecuentes si no se evitan los factores favorecedores de infección con medidas como:
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Imagen |
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Fuente: Martínez Blanco J, y cols. Queratolisis punctata: conocer es diagnosticar. Form Act Pediatr Aten Prim. 2013;6(4):266-9. (reproducido con autorización). |
Referencias bibliográficas |
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Abreviaturas:
1 Bromhidrosis: mal olor. La causa es la producción de compuestos de azufre por parte de la flora bacteriana local. Puede producirse mal olor sin lesión de la capa córnea debido al ácido isovalérico producido por S. epidermidis.
2 Los factores favorecedores de la proliferación bacteriana son: la oclusión prolongada, la humedad mantenida (por hiperhidrosis y falta de evaporación) y el aumento del pH de la superficie cutánea.
3 Se inician con maceración de la capa córnea, bromhidrosis y aumento del pH de la superficie cutánea, lo que hace que las bacterias proliferen y a su vez produzcan proteasas que destruyen dicha capa, formando múltiples depresiones, pits u hoyuelos de pocos milímetros, en más del 70% de los casos. Pueden llegar a confluir en placas serpiginosas de aspecto geográfico en casi un tercio de los casos. Si sumergimos el pie en agua durante 10 minutos las lesiones se hacen más visibles.
La localización más frecuente es en la región plantar anterior, de forma bilateral en casi todos los casos, preferentemente en las zonas sometidas a mayor presión o fricción. Pueden aparecer en zonas interdigitales, incluso como única localización. Muy infrecuentemente en manos y dorso de los pies.
Pueden acompañarse de cambios de coloración blanquecinas (maceración), grisáceas, verduscas, violáceas o negruzcas (pigmentos bacterianos) o eritematosas (inflamación).
4 Fluorescencia rojo-coral a causa las porfirinas producidas por las bacterias (puede ser negativa en caso de limpieza reciente de la superficie cutánea).
5 Se precisa el acceso a laboratorio con cultivos estandarizados.
6 Habitualmente innecesaria.
7 Clínica muy variada. No suelen causar pits. El cultivo dará el diagnóstico diferencial.
8 Máculas amarronadas de bordes bien definidos localizadas en palmas y plantas. Diagnóstico por examen directo y cultivo micológico.
9 Máculas eritemato-parduzcas ligeramente descamativas en áreas axilares, genitocrural y excepcionalmente en área interdigital. No causan pits.
10 Múltiples lesiones hiperqueratósicas amarillentas y duras en palmas y plantas. Herencia autosómica dominante.
11 Numerosas lesiones puntiformes con bordes sobreelevados en plantas y palmas. Diagnóstico mediante examen histológico.
12 Múltiples lesiones queratósicas filiformes en palmas y plantas.
13 Pequeñas úlceras en palmas y plantas con base eritematosa, dolorosas.
14 Otros tratamientos tópicos como corticoides, ácido salicílico, tintura de Castellani, gentamicina, clotrimazol y miconazol se han empleado con peores resultados.
15 Cloruro de aluminio, toxina botulínica, permanganato potásico (además colorea de oscuro la piel y mejora la visión de las lesiones).
Notas: la Guía-ABE se actualiza periódicamente. Los autores y editores recomiendan aplicar estas recomendaciones con sentido crítico en función de la experiencia del médico, de los condicionantes de cada paciente y del entorno asistencial concreto; así mismo se aconseja consultar también otras fuentes para minimizar la probabilidad de errores. Texto dirigido exclusivamente a profesionales. | |||
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