Fecha de actualización: 20/08/2020
(V.2.0/2020)
El exponencial aumento del número de viajes internacionales ha traído consigo un incremento proporcional en el número de consultas de niños que presentan fiebre a la vuelta del viaje. En general, se suelen considerar en el diagnóstico diferencial del síndrome febril aquellas enfermedades propias de los países visitados por el paciente en los últimos 12 meses, cobrando este antecedente especial relevancia cuando la vuelta del viaje ha sido en las últimas 4-6 semanas. El motivo de que prestemos más atención a este último periodo es que la malaria por Plasmodium falciparum, cuyo periodo de incubación abarca hasta el primer mes desde el regreso de una zona endémica, destaca por ser la entidad con mayor carga de enfermedad (ingresos y mortalidad).
Aunque se deben tener en mente en el diagnóstico diferencial todas aquellas enfermedades más propias de los países visitados, no deben descuidarse otras más habituales en nuestro país, que bien han podido adquirirse en el lugar visitado, donde pueden o no ser más frecuentes (como es el caso de la enfermedad meningocócica en el llamado “cinturón de la meningitis”), bien han podido ser adquiridas ya en el país del paciente. Por otro lado, en la mayoría de los casos nos hallaremos frente a una enfermedad común, leve y autolimitada. Este capítulo de la guía ABE no profundiza en el estudio de este tipo de patologías, pero no por ello deben excluirse del estudio diagnóstico ni del manejo terapéutico. Tampoco se pormenorizan todas y cada una de las entidades nosológicas potencialmente causantes de un síndrome febril tras el viaje, pero sí las más frecuentes y aquellas que requieren un tratamiento y, por ende, un diagnóstico más urgente.
A continuación, se ofrece información esquemática que pretende servir de ayuda para el abordaje inicial del paciente pediátrico que presenta un síndrome febril y antecedente de viaje internacional reciente.
Anamnesis y exploración física | ||
El abordaje inicial debe ser semejante al de cualquier otro paciente que se presenta con fiebre, pero, además, se deben tener en cuenta algunas consideraciones adicionales durante la recogida de datos y a la hora de plantear el diagnóstico diferencial. | ||
1.- Antecedente de consulta de consejo al viajero, de vacunación y de pauta de quimioprofilaxis antimalárica previa el viaje, así como grado de cumplimiento durante el mismo. | ||
2.- Antecedentes relacionados con el viaje | ||
2.1. Destinos y fechas | Resulta fundamental conocer la distribución geográfica de las distintas enfermedades que componen el diagnóstico diferencial. Tres de los recursos más interesantes al respecto son los siguientes:
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2.2. Actividades de riesgo |
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Bacterias entéricas, fiebre tifoidea y paratifoidea, amebiasis, hepatitis A y E. |
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Brucelosis | |
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Leptospirosis, esquistosomiasis. | |
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Dengue, fiebre amarilla, Zika, chikungunya, encefalitis japonesa, malaria | |
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Fiebres hemorrágicas virales, enfermedad de Lyme, rickettsiosis. | |
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Rabia | |
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Fiebres hemorrágicas virales, leptospirosis. | |
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Fiebre Q, brucelosis. | |
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Espeleología, contactos sexuales de riesgo, tatuajes, piercing, etc. | |
2.3. Otros datos de interés |
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Enfermedades transmitidas por mosquitos como la encefalitis japonesa, la malaria o el dengue son más frecuentes durante la estación húmeda, mientras que la enfermedad meningocócica lo es durante la estación seca. |
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Los entornos rurales suelen favorecer las enfermedades transmitidas por mosquitos o por el agua y la comida. | |
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Los alojamientos más humildes aumentan el riesgo de enfermedades transmitidas por artrópodos y roedores. | |
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Los VFR (Visiting friends and relatives) tienen más riesgo de incumplimiento de medidas preventivas (quimioprofilaxis, consumo de agua embotellada, uso de repelentes, etc.) y de contagio de enfermedades transmisibles por contacto o por vía respiratoria como, por ejemplo, la tuberculosis. Los hijos de cooperantes y los que prestan ayuda humanitaria son asimismo un grupo de especial riesgo. | |
3.- Datos referentes a la sintomatología y a la exploración física | ||
3.1. Fecha de inicio de los síntomas y periodos de incubación |
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3.2. Síntomas asociados a la fiebre |
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Bacterias entéricas, fiebre tifoidea y paratifoidea. |
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Tuberculosis, esquistosomiasis aguda, fiebre Q. | |
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Chikungunya, dengue, Zika, leptospirosis, brucelosis. | |
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Rabia, encefalitis japonesa, malaria. | |
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Dengue, fiebre amarilla, fiebres hemorrágicas virales. | |
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Dengue, fiebre tifoidea, brucelosis, leptospirosis, esquistosomiasis aguda, hepatitis virales, absceso hepático amebiano, fiebre Q, leishmaniasis visceral, malaria. | |
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Dengue, Zika, chikungunya, fiebre tifoidea, rickettsiosis. | |
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Enfermedad de Lyme. | |
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Esquistosomiasis aguda. | |
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Dengue, leptospirosis. | |
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Leptospirosis, Zika. | |
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Enfermedad de Chagas. |
Pruebas complementarias
Recomendamos comunicar la orientación y presunción diagnósticas al servicio de Microbiología para rentabilizar al máximo las pruebas solicitadas. |
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De primera línea | Indicaciones: si viajero procedente de área endémica + … |
Hemograma, bioquímica con función renal y hepática, PCR y coagulación | Las indicaciones habituales de realización de analítica en la edad pediátrica ante un cuadro de fiebre; además, siempre que cumpla criterios para realizar algún tipo de estudio microbiológico en sangre, detallado o no en esta tabla, es recomendable realizar este estudio analítico. |
Hemocultivo | Las indicaciones habituales de realización de hemocultivo en la edad pediátrica; además, el umbral para su realización debe ser bajo ante la sospecha de fiebre tifoidea o paratifoidea. |
Radiografía de tórax |
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Mantoux +/- IGRA |
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Gota gruesa y frotis de sangre periférica para diagnóstico de malaria2 | Fiebre con o sin foco. Si aparición en primeros 30 días desde la vuelta, siempre; más allá de los 30 días, sobre todo en caso de fiebre sin foco, clínica/laboratorio compatibles y/o corta edad. |
Test antigénico de diagnóstico rápido para Plasmodium spp. | Mismas indicaciones de la gota gruesa y frotis pero no disponibilidad de diagnóstico microscópico, tratamiento previo incompleto o alta sospecha de malaria y microscopía negativa. |
Test antigénico rápido para dengue3 | Fiebre con o sin foco con periodo de incubación compatible –es razonable hasta 14 días desde la vuelta del viaje. |
Coprocultivo +/- test virales en heces4 | Diarrea. Contribuye al diagnóstico diferencial; además, algunas causas más propias de países tropicales, como las bacterias entéricas o la fiebre tifoidea o paratifoidea pueden diagnosticarse mediante el coprocultivo. |
Otras pruebas microbiológicas, de laboratorio y/o de imagen | Siguen las mismas indicaciones que en el resto de pacientes, independientemente de su procedencia. |
De segunda línea | Indicaciones: si viajero procedente de área endémica + … |
Serología para virus de la fiebre amarilla5 | Clínica compatible, sobre todo en no vacunados o con vacunación muy reciente, descartadas otras causas más frecuentes. |
PCR en suero y/u orina o serología para Zika6 y PCR en suero o serología para chikungunya7 | Clínica compatible, descartadas otras causas más frecuentes. Adecuar el test a los días de clínica. |
IgM en líquido cefalorraquídeo y suero para virus de la encefalitis japonesa8 | Aparición de síntomas neurológicos propios de la infección. |
Estudio de fiebres hemorrágicas virales | Sospecha clínica y epidemiológica, contactar urgentemente con Salud Pública y seguir indicaciones. |
Serologías para Brucella9, Leptospira, Coxiella burnetti10 | Clínica compatible, descartadas otras causas más frecuentes. |
Serología para Borrelia | Clínica compatible con enfermedad de Lyme (eritema migratorio y/o antecedente de mordedura de garrapata). |
Serología para Rickettsia | Clínica compatible (exantema, mancha negra, cefalea y/o antecedente de mordedura de garrapata). |
Técnicas parasitológicas directas en sangre periférica y PCR para Chagas | Clínica compatible, descartadas otras causas más frecuentes. |
Baciloscopia, cultivo y PCR para micobacterias en esputo y/o aspirado gástrico | Sospecha de enfermedad tuberculosa (radiografía de tórax patológica y/o síntomas respiratorios con posible exposición a contacto enfermo y/o Mantoux/IGRA positivo). |
Ecografía abdominal y serología para E. histolytica | Sospecha de absceso hepático amebiano, fundamentalmente, dolor en hipocondrio derecho. |
Examen microscópico en orina o heces y serología para Schistosoma spp.11 | Clínica compatible, descartadas otras causas más frecuentes. |
Serologías para hepatitis virales | Hipertransaminasemia y/o clínica compatible (ictericia, coluria, acolia). |
Estudio de leishmaniasis visceral en médula ósea (histología, cultivo y PCR)12 | Clínica compatible (fiebre prolongada, pancitopenia, hepato-esplenomegalia, pérdida de peso). |
Estudio de rabia | Sospecha clínica y antecedente de mordedura por animal transmisor de rabia, contactar con Salud Pública y seguir indicaciones. |
Tratamiento | |
Malaria | Las guías de tratamiento más actualizadas son las de los CDC, en https://www.cdc.gov/malaria/diagnosis_treatment/treatment.html. |
Dengue | La guía de manejo clínico de 2012 de la OMS sigue siendo de referencia, en https://apps.who.int/iris/handle/10665/76887. |
Fiebre amarilla | No tienen tratamiento específico. Tratar complicaciones. Evitar AINEs y aspirina. |
Zika, chikungunya y encefalitis japonesa | No tienen tratamiento específico. Tratar complicaciones. |
Bacterias entéricas | Ver “Diarrea del viajero” en guía ABE (https://guia-abe.es/temas-clinicos-diarrea-del-viajero-prevencion-y-tratamiento). |
Fiebre tifoidea |
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Rickettsiosis | Doxiciclina 2,2 mg/kg/dosis (máx. 100 mg/dosis) c.12-24h, x1-7 días, vía oral. |
Tuberculosis | Ver “Tuberculosis” en guía ABE (https://guia-abe.es/temas-clinicos-tuberculosis ). |
Hepatitis A y E | No tienen tratamiento específico. |
Esquistosomiasis | Praziquantel 40-60 mg/kg/día c.12h, x1 día, repitiendo este mismo ciclo a los 15 días. |
Referencias bibliográficas |
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1 En la figura siguiente, se detallan los periodos de incubación de las enfermedades causantes de fiebre tras un viaje internacional más frecuentes. La línea roja representa, los días, dentro del rango del periodo de incubación, en que es más probable el inicio de la sintomatología. Las franjas verticales representan las distintas áreas geográficas donde es más frecuente cada enfermedad: violeta, sudeste asiático y Oceanía; amarillo, África subsahariana; naranja, África del Norte; y verde, Sudamérica, Centroamérica y Caribe.
2 Valorar repetir cada 12-24 horas hasta un total de 3 veces antes de descartar el diagnóstico definitivamente, sobre todo en casos procedentes de África subsahariana.
3 La PCR para dengue es positiva igualmente durante la fase febril, pero el resultado tarda entre 1-2 días. La serología, en cambio, se positiviza tras la defervescencia, momento a partir del cual el test antigénico y la PCR se negativizan.
4 La presencia de parásitos en heces raramente justifica un cuadro febril. En el absceso hepático amebiano, ocasionalmente se objetiva la presencia de Entamoeba histolytica en heces.
5 Técnica disponible a través del Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda. Se puede valorar técnica de la PCR, aunque su sensibilidad es baja. La efectividad de la vacuna es de casi el 100% pasadas 3-4 semanas. No tiene tratamiento específico, pero en algunos pacientes tiene lugar la llamada fase de intoxicación o grave, que comienza entre el día 3º y 6º.
6 La infección aguda por virus Zika es un cuadro leve y autolimitado y no precisa manejo específico, por lo que en la edad pediátrica no se debe considerar una prueba de 1.ª línea.
7 Al igual que la infección aguda por virus Zika, es autolimitada y no precisa manejo específico, por lo que no se considera de 1ª línea, aunque las artralgias son una secuela son frecuentes.
8 Técnica disponible a través del Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda. La técnica de la PCR para virus de la encefalitis japonesa es poco sensible.
9 En caso de sospecha y toma de cultivos (hemocultivo o cultivos de líquido articular, cefalorraquídeo u orina), informar de dicha sospecha a servicio de microbiología para ampliar tiempo de incubación.
10 En caso de alta sospecha clínica y serología negativa, puede valorarse PCR.
11 El rendimiento es muy bajo en el diagnóstico de la esquistosomiasis aguda; para la seroconversión suelen ser necesarias al menos 6-12 semanas desde la exposición. 12 En caso de una sospecha baja, se puede valorar realizar un estudio más conservador mediante serología, PCR en sangre periférica y/o técnicas antigénicas en orina.
Notas: la Guía-ABE se actualiza periódicamente. Los autores y editores recomiendan aplicar estas recomendaciones con sentido crítico en función de la experiencia del médico, de los condicionantes de cada paciente y del entorno asistencial concreto; así mismo se aconseja consultar también otras fuentes para minimizar la probabilidad de errores. Texto dirigido exclusivamente a profesionales. | |||
[i] Más información en:
http://www.guia-abe.es/
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