Fecha de actualización: 15/04/2019
(V.2.0/2019)
La bronquitis (o traqueobronquitis) aguda consiste en una inflamación transitoria que afecta a la tráquea y los bronquios principales, generalmente asociada a infecciones del tracto respiratorio. Estas son causadas principalmente por virus y suelen seguir un patrón estacional con mayor número de casos en invierno.
Tras 3-4 días de síntomas típicos de infección de vías respiratorias altas (más frecuente en invierno) se inicia la manifestación clínica principal (a veces única), la tos. Inicialmente seca (4-6 días), se vuelve productiva en unos días (con frecuencia purulenta debido al acúmulo de leucocitos), y puede cursar en accesos y acompañarse de vómitos y dolor referido en el área traqueal/esternal (síntoma prominente en niños mayores). La tos puede durar varias semanas. Según la etiología, se pueden presentar síntomas generales y fiebre. En el caso de que aparezca una sobreinfección bacteriana secundaria se manifiesta con fiebre y abundantes secreciones en el tracto respiratorio. En pacientes con enfermedad broncopulmonar de base, el curso clínico puede ser diferente.
El diagnóstico es clínico. La auscultación es anodina al principio, después pueden aparecer roncus, sibilancias y estertores. Los síntomas se resuelven en un máximo de 2-3 semanas (en general, la duración es inferior a14 días). Si se mantienen habrá que descartar como parte de diagnostico diferencial de tos crónica el inicio de una bronquitis bacteriana persistente/ prolongada.
La bronquitis aguda puede acompañar o seguir a una IRVA y no merece ser considerada como una entidad clínica específica aunque se incluye aquí por ser un diagnóstico clínico frecuente y motivar prescripciones de antimicrobianos con gran frecuencia.
La traqueítis bacteriana es una entidad específica, infrecuente, equivalente a una forma de infección bacteriana invasora, que puede constituir una verdadera urgencia médica, requiere ingreso hospitalario y tratamiento antimicrobiano agresivo. La tos recurrente o
crónica que conforma el sse describe más adelante. Se excluyen las complicaciones como bronquitis recurrentes con daño permanente en la vía aérea y las reagudizaciones de la bronquitis crónica como parte de enfermedades sistémicas en niños con fibrosis quística u otras patologías específicas (asma, inmunodeficiencias, traqueitis asociada a ventilador etc.).
Microorganismos causales1 | ||
Frecuentes | Menos frecuentes | Raros4 |
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Estudios complementarios | ||
Indicados en la evaluación inicial | Indicados en situaciones especiales | |
Laboratorio | Habitualmente no necesarios | |
Microbiología | Habitualmente no necesarios |
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Imagen | Habitualmente no necesarios |
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Indicaciones de ingreso hospitalario |
Excepcionalmente en:
tratamiento ambulatorio salvo complicación. Traqueitis bacteriana. Dado el alto riesgo de obstrucción de la vía respiratoria, requiere ingreso y tratamiento antibiótico parenteral. |
Tratamiento antimicrobiano empírico | ||
Situación | Tratamiento de elección | Alternativas |
Bronquitis (o traqueobronquitis) aguda; cuadros típicos |
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Tratamiento antimicrobiano empírico en situaciones especiales | ||
Situación | Tratamiento de elección | Alternativas |
Cuando se sospeche infección bacteriana secundaria, pacientes con neumopatías previas, bronquitis febriles que se prolongan o empeoran |
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Traqueítis bacteriana |
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Bronquitis bacteriana prolongada | Amoxicilina/clavulánico 100 mg/kg/día dosis, 4 semanas de tratamiento, con inicio de la mejoría tras 2 semanas de tratamiento | |
Sospecha de participación de Bordetella, Mycoplasma o Chlamydophila |
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Otras medidas terapêuticas |
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Referencias bibliográficas |
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Abreviaturas: EHP: Estenosis hipertrófica de píloro. IRVA: infección respiratoria de vías altas. IV: vía intravenosa. Máx: máximo. PCR: reacción en cadena de la polimerasa. PrCR: proteína C reactiva. Rx: radiografía. VO: vía oral. VRS: virus respiratorio sincitial.
1 Además de los agentes infecciosos relacionados, también pueden causar bronquitis aguda la inhalación de gases y tóxicos, las aspiraciones de material gástrico ácido y los trastornos alérgicos.
2 Adenovirus, virus respiratorio sincitial, virus parainfluenza, rinovirus, coronavirus, influenza, paramyxovirus; también metapneumovirus y bocavirus humano. Aunque sin significación clínica clara es frecuente también la presencia de coinfecciones.
3 Sobre todo en niños mayores de 4 años y adolescentes.
4 En general se refieren a procesos de tos prolongada, recurrente o crónica, no considerados en este capítulo.
5 Legionella pneumophila, Corynebacterium pseudodiphteriticum, Bordetella parapertussis. También pueden causar sobreinfección en pacientes con bronquitis aguda de origen viral: Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Staphylococcus aureus y Moraxella catarrhalis. La traqueitis bacteriana es, en muchos casos, una sobreinfección bacteriana de una infección viral inicial.
6 En áreas endémicas con exposición significativa y en pacientes inmunocomprometidos (en general, produce infección invasiva). Aspergilosis broncopulmonar alérgica: colonización de la vía aérea, en pacientes inmunocompetentes sin enfermedad invasiva, con aparición de reacción de hipersensibilidad que produce episodios de obstrucción bronquial.
7 En caso de sospecha de sobreinfección bacteriana. La sospecha de tos ferina puede apoyarse en los hallazgos del hemograma: leucocitosis (> 20 000/ml) con linfocitosis, aunque la ausencia de estos datos no la descarta.
8 Cuando se sospeche o deba descartarse una infección de vías bajas (neumonía) de etiología bacteriana. El estudio del esputo en general tiene poco valor en niños con esta entidad.
9 Idealmente aumento de 4 veces en los títulos de IgG en dos muestras separadas 3-4 semanas. Una IgM positiva con clínica compatible puede ser diagnóstica (tener en cuenta que los títulos positivos de la IgM específica pueden durar meses); puede haber falsos positivos.
10 También detección de antígeno específico en orina.
11 Para confirmar la etiología vírica y la no necesidad de antibioterapia. Se indicarían también cuando el microorganismo sospechado es tratable, en época epidémica y el paciente presenta síntomas compatibles.
12 En algunos cuadros febriles prolongados con afectación general y aumento del trabajo respiratorio (sospecha de neumonía asociada o atelectasia). En la bronquitis aguda puede observarse engrosamiento peribronquial inespecífico.
13 Es importante destacar la necesidad de evitar el uso de antibióticos en la mayoría de episodios de bronquitis aguda..
14 Alergia tipo I y tipo II grave: macrólidos (claritromicina, azitromicina).
15 Se debe evitar en neonatos menores de 6 semanas de vida, por mayor riesgo de producción de EHP respecto a azitromicina.
Notas: la Guía-ABE se actualiza periódicamente. Los autores y editores recomiendan aplicar estas recomendaciones con sentido crítico en función de la experiencia del médico, de los condicionantes de cada paciente y del entorno asistencial concreto; así mismo se aconseja consultar también otras fuentes para minimizar la probabilidad de errores. Texto dirigido exclusivamente a profesionales. | |||
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